¿Sabes cómo escribir una escala
cromática? Yo…no estoy seguro de saber. Mis dudas arreciaron cuando
transcribiendo una pieza me topé con el siguiente pasaje:
¿Cómo debería ser escrita esa pequeña escala cromática descendente señalada en rojo? |
Una gran parte de los libros de teoría
despachan el asunto con un recurrente adagio:
usa sostenidos para la escala ascendente y bemoles para la descendente.
Pero el asunto no es tan sencillo. El contexto importa, y mucho.
Pongamos por caso el siguiente fragmento:
Cuando las notas a considerar son del acorde no hay lugar a dudas: está plenamente justificado el uso de sostenidos en la escala descendente en determinados contextos armónicos como el de este ejemplo y en este caso cualquier otra notación sería absurda. Pero ¿qué ocurre cuando los cromatismos no forman parte de la de las notas del acorde sino que son notas de paso? ¿es correcto en ese caso lo de sostenidos para subir y bemoles para bajar?
Efectivamente, hay quien sigue este principio:
Reichert: 7 Exercices journaliers pour la flûte, Op.5 |
J. Mouquet: La flûte de Pan, op. 15, III |
Y tiene su lógica, pues así las alteraciones muestran tendencias melódicas y se optimiza el uso de alteraciones
utilizando las mínimas en cada caso. Sin embargo, esta opción pese a lo que
podría parecer no es unánimemente aceptada. Existe una tradición de escribir la
décima nota de la escala como b7 tanto ascendentemente como descendentemente y la séptima nota como s4 también en las escalas
descendentes.
Esto es debido a que ambas alteraciones, s4 y b7, pertenecen a tonalidades más cercanas a la tonalidad de la escala (concretamente, a su dominante y subdominante) que sus notas enarmónicas, b5 y s6, que sugieren tonalidades mucho más remotas.
Esto es debido a que ambas alteraciones, s4 y b7, pertenecen a tonalidades más cercanas a la tonalidad de la escala (concretamente, a su dominante y subdominante) que sus notas enarmónicas, b5 y s6, que sugieren tonalidades mucho más remotas.
Taffanel & Gaubert: Grandes exercises journaliers de méchanisme |
Rossini: Overtura de Guillermo Tell En Sol Mayor emplea dos (s4) en la escala descendente |
Rossini: Overtura de Guillermo Tell Escalas cromáticas descendentes escritas según la opción 2 Curiosamente, en el primer oboe rompe la "norma" una vez y escribe si bemol ( b5) cosa que no hace en ninguna otra voz donde siempre opta por s4. El fragmento está en mi menor, por lo que para los clarinetes en la la escala de referencia es sol menor. |
Pues bien, estas eran las maneras de escribir la escala cromática que conocía hasta el momento, pero al investigar un poco he descubierto resulta que todavía hay más “convenciones”. En The AB Guide to Music Theory Vol 1 Eric Taylor describe otro tipo de escalas cromáticas: La escala cromática armónica
La escala cromática armónica es la misma ascendiendo y
descendiendo, tanto si ocurre en una tonalidad mayor como en una menor. Incluye
todas las notas de la escala mayor y menor (armónica y melódica) más el segundo
grado rebajado y el cuarto elevado.
Con respecto a la escritura de la escala
cromática, la práctica más consistente es obviamente escribir las alteraciones
que pueden ocurrir en los acordes cromáticos sin cambiar la tonalidad en la que
se produce el pasaje. Así, tomando la tonalidad de Do como modelo, la primera
alteración será Re♭, como la nota superior de la novena menor
en la tónica; la siguiente será Mi♭, la tercera menor de la
tonalidad, la siguiente será Fa♯, la tercera mayor de la
supertónica -todo lo cual puede ocurrir sin causar modulación- y las dos
restantes serán La♭ y Si♭, la sexta y séptima menor de
la tonalidad. En otras palabras, las doce notas de la escala cromática en todas
las tonalidades serán la tónica, la segunda menor, la segunda mayor, la tercera menor, la tercera mayor, la cuarta justa, la cuarta
aumentada, la quinta justa, la sexta menor, la sexta mayor, la séptima menor
y la séptima mayor.
Mozart
emplea esta notación (re menor en el ejemplo) aunque es poco coherente y
finalmente la cambia en el mismo pasaje.
Wolfgang demostraba no tener demasiado interés por anotar correctamente sus partituras (no hay más que echar un vistazo a cómo escribía las armaduras) pero no es un caso aislado. Beethoven también era algo irregular en su notación. En el siguiente ejemplo hace como Mozart, la primera octava la hace de acuerdo a la opción 3, pero luego cambia alguna nota.
Mozart: Fantasía en re menor, K. 397/385g |
Wolfgang demostraba no tener demasiado interés por anotar correctamente sus partituras (no hay más que echar un vistazo a cómo escribía las armaduras) pero no es un caso aislado. Beethoven también era algo irregular en su notación. En el siguiente ejemplo hace como Mozart, la primera octava la hace de acuerdo a la opción 3, pero luego cambia alguna nota.
Beethoven: Concierto para piano n. 4 en Sol Mayor, op 58, III |
Volviendo
a mi ejemplo, además existen otros factores a considerar que los expuestos
hasta ahora. El principal es que todas las opciones descritas se escriben en
referencia a una tonalidad, y he aquí mi dilema. El pasaje está claramente en
Do mayor, pero justo donde aparece la escala la armonía es una dominante
secundaria para mi menor (III en Do Mayor) por tanto tendría su lógica tanto
escribirlo en referencia a Do (con bemoles) como en referencia a mi (con sostenidos). Cuando planteé esta duda en el foro de Music engraving tips las respuestas estaban lejos de ser
unánimes. Hubo cierta preferencia por la versión con sostenidos, que a la postre sería también mi elección. Algún comentario indicaba que resultaba raro la notación con bemoles
en un contexto con sostenidos pero sin embargo esto no es algo inhabitual y no puede considerarse una razón definitiva para elegir la notación con sostenidos.
Czerny: Die Schule der Geläufigkeit, op. 299, n. 36 |
Ambas opciones parecían defendibles en mi ejemplo. Yo preferí darle más peso al contexto armónico local y por tanto la notación en referencia a mi menor, con sostenidos.
Por si esto fuera poco, existen aún más factores que
pueden condicionar la manera de escribir una escala cromática, como puede ser la escritura de escalas paralelas, como en el siguiente ejemplo de Chopin:
La escala cromática que comienza en el tercer compás de este fragmento está escrita de manera diferente en la voz superior y en la inferior. La voz superior está escrita de acuerdo a la opción 2 en Si mayor (La natural=b7 ) La voz inferior sin embargo emplea alteraciones bien distintas y en principio poco recomendables (re𝄪=3 doble sostenido en lugar de 4 (!); o la𝄪=s7 en lugar de la tónica!!!). En este caso tienen sentido porque el principio que se aplica es el de mantener el intervalo de tercera con respecto a la voz superior.Chopin: Estudio op. 25, n.6 |
Es interesante comparar este fragmento con el segundo ejemplo de Rossini que vimos anteriormente donde los clarinetes discurren también a distancia de tercera menor, pero al estar notados individualmente en relación a la escala, en ocasiones el intervalo simultáneo aparece escrito como una segunda aumentada en vez de como una tercera menor (mib-fas; sib-dos), que es precisamente lo que se quiere evitar aquí. En Rossini obviamente eso no suponía ningún problema al ser cada línea destinada a un intérprete distinto.
En conclusión, no existe una única manera
de escribir correctamente una escala cromática aunque como apuntan Aldwell y Schachter eso no quiere decir que la notación de los cromatismos sea
arbitraria, o que no haya principios o convenciones para su uso. Como hemos visto existen una serie de principios generales, pero en ocasiones seguir uno de ellos puede hacer que tengamos
que ignorar otro. Eso sí, como comenta Taylor, existe un principio que es común a todas las opciones de notación y es que el mismo nombre de nota nunca aparecerá tres veces seguidas, es decir, escribir algo como lab-lan-las será en cualquier caso erróneo.
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