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Mostrando entradas de noviembre, 2016

Cantos fúnebres: Contextos sonoros para un reestreno Stravinskiano

“Quizá no está preparada para recibir cartas y le irritará que llame su atención con esta, pero no puedo contenerme de escribirle por lo siguiente:  He compuesto una pieza sobre la muerte de nuestro querido, y a quien nunca olvidaremos, Nikolai Andreyevich. La pieza ya está orquestada; solo quería hacérselo saber a usted y su familia. No sé qué ocurrirá en lo que respecta a su interpretación . Este pensamiento me preocupa terriblemente. Me sentíría abatido si no pudiese ser interpretada en un solo concierto dedicado a la memoria de Nikolai Andreyevich. Acabo de escribir una carta a Siloti, pidiéndole consejo. Esperaré su respuesta con impaciencia. Pues realmente este es mi tributo a la eminente memoria de Nikolai Andreyevich, el tributo de su alumno, a quien él quería. Confío, en que me comprenderá, querida Nadezhda Nikolayevna, tanto a mí como a mis deseos”. Esta carta fechada en Ustilug el 28 de Julio de 1908 fue enviada por Stravinsky a la viuda de Nikolái Andréyevich Rimski-Kó

Perotin y Anonymous IV

El otro día escuché a una presentadora matutina de Radio Clásica hacerse un pequeño lío al presentar una obra de Perotin afirmando (erróneamente) que este autor era conocido también como Anonymous IV y me hizo recordar la fascinante historia de estos dos personajes que relata  Richard Taruskin en The   Oxford History of Western Music: C omo la mayoría de manuscritos que contienen música para uso eclesiástico, las fuentes [del repertorio] de Notre Dame no portaban atribuciones [de autoría]. (Solo obras “seculares” como las canciones cortesanas podrían indicar el nombre su autor sin mácula de orgullo, un pecado capital). Sin embargo, creemos que conocemos las identidades de los autores y creemos conocer algo acerca de la historia del repertorio y su desarrollo. Y sabemos lo que sabemos (o lo que creemos que sabemos) precisamente gracias a la alianza de la catedral de Notre Dame con la Universidad de París.   Desde sus orígenes, el alumnado de la universidad ha comprendido un amplio