Investigando para esta otra entrada sobre Ravel y el Prix de Rome que publiqué hace unos meses me encontré boletines de evaluación históricos del Conservatorio de París, como este de la clase de piano de 1894.
Ravel: Mucho temperamento pero con tendencia a la búsqueda de grandes efectos; hay que mantenerlo a raya.
Explorando un poco más los archivos encontré algunas otras cosillas interesantes. Sobre Debussy, en la case de armonía de E. Durand podemos leer:
Un estudiante muy organizado para la armonía pero irremediablemente desorganizado
Fuente |
Aunque luego fue mejorando.
Buena organización musical. Un poco menos desordenado este año.
Durand destacó por la publicación de obras didácticas, especialmente en el campo de la armonía
[1]Traité complet d'harmonie théorique et pratique (1881) y Traité d’accompagnement au piano (1884)."El Tratado de Armonía que el Sr. Émile Durand ha sometido a la revisión de la Academia de Bellas Artes es una obra muy notable que lleva en cada página la marca de la vasta experiencia adquirida por el autor durante su carrera como profesor. . . . Los ejemplos con los que el Sr. Émile Durand acompaña su tratado están escritos no sólo con pureza, sino también con elegancia e incluso con encanto." (C. Saint-Saëns, citado en Gjerdingen, Child composers in the old conservatoires, p. 209)
. Sin embargo sus alumnos no estaban muy contentos con él. Maurice Emmanuel decía que su instrucción de armonía era de segunda clase , y que a Durand "no le gustaba ni la música, ni la enseñanza ni sus discípulos..." [2]Citado en Lockspeiser, E., Debussy, p. 23.
Debussy dedicaría a Durand su Trío con piano en Sol Mayor (1880), con las palabras siguientes:
Muchas notas acompañadas de mucha amistad, ofrecidas por el autor a su maestro el Sr. Emile Durand.
Aunque más tarde también le mandaría alguna pullita desde su faceta de crítico. En un artículo sobre La guardería de Músorgski
[3] Debussy:"La «chambre d’enfants» de Moussorgsky" en Monsieur Croche et autres écrits, p. 29
escribe:Todos estos pequeños dramas están anotados, insisto, con extrema sencillez; todo lo que Músorgski necesita es un acorde que le parecería pobre a monsieur... (¡he olvidado su nombre!) o una modulación tan instintiva que le parecería desconocida a Monsieur... (¡es el mismo!).
Volviendo a los archivos del conservatorio, los partidarios de la evaluación sin notas estarían orgullosos. Los boletines no contienen notas, sólo pequeños comentarios sobre la evolución de los alumnos. Algunas veces es realmente fácil para el profesor redactarlos, como esta de la clase de piano de Diemer sobre Alfred Cortot:
Alumno perfecto - Muy estudioso. Muy inteligente y notablemente musical.
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Otras veces la anotación era tan lacónica que de poco podría servir. Al menos sabemos que Dukas trabajaba en la clase de composición de Guiraud.
Trabaja
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En esta misma clase me llamó la atención la anotación sobre una desconocida para mí Mlle. Chrétien, a la que Guiraud evalúa muy positivamente.
Tiene una naturaleza de músico muy buena. Mucha facilidad. Trabaja con ardor.
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Investigando un poco he visto que Chrétien llegó a hacer una carrera importante.
Está claro que Guiraud, que también fue profe de Debussy, tenía buen ojo.
Inteligente. Promete [ser] compositor.
Fuente |
Algunos avances. Naturaleza mal equilibrada, pero inteligente. Creo que llegará.
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De entre todas las anotaciones que he visto mi favorita es esta que le dedica a Satie su profe de piano, Émile Decombes, que sin cortarse un pelo escribe:
El estudiante más vago del conservatorio. Buen sonido, espléndida mano. Tiene grandes cualidades musicales que sólo el trabajo podría desarrollar. Lee a vista con dificultad.
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[1] Traité complet d'harmonie théorique et pratique (1881) y Traité d’accompagnement au piano (1884).
"El Tratado de Armonía que el Sr. Émile Durand ha sometido a la revisión de la Academia de Bellas Artes es una obra muy notable que lleva en cada página la marca de la vasta experiencia adquirida por el autor durante su carrera como profesor. . . . Los ejemplos con los que el Sr. Émile Durand acompaña su tratado están escritos no sólo con pureza, sino también con elegancia e incluso con encanto." (C. Saint-Saëns, citado en Gjerdingen, Child composers in the old conservatoires, p. 209)
"El Tratado de Armonía que el Sr. Émile Durand ha sometido a la revisión de la Academia de Bellas Artes es una obra muy notable que lleva en cada página la marca de la vasta experiencia adquirida por el autor durante su carrera como profesor. . . . Los ejemplos con los que el Sr. Émile Durand acompaña su tratado están escritos no sólo con pureza, sino también con elegancia e incluso con encanto." (C. Saint-Saëns, citado en Gjerdingen, Child composers in the old conservatoires, p. 209)
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