[Viene de aquí ] Si tuviese que dar un significado a este preludio diría que escenifica un drama, una lucha contra la adversidad en la que el protagonista lamentablemente no saldrá victorioso. La melodía representa los vanos intentos del personaje por superar los golpes del destino y alcanzar su objetivo. Comienza con un decidido salto de octava ascendente. El ritmo de corchea con puntillo-semicorchea es una especie de carrerilla para coger impulso, para afrontar con decisión los obstáculos de un destino que se empeñará en hundirnos en la miseria (y en el registro grave). La melodía intenta subir, pero una, dos y hasta tres veces se choca con los obstáculos. Finalmente, el héroe desiste y cambia su trayectoria, bajando dolorosamente (cromáticamente) al la. Desde aquí un nuevo intento por venirse arriba: una, dos, tres veces. Pero no hay nada que hacer. Los invisibles enemigos vuelven a vencer y el descenso cromático nos aleja del ansiado objetivo.